domingo, 8 de febrero de 2015

LA MATEMÁTICA, LA LLAVE PARA EL DESARROLLO

Rubén Cerutti, “Los hombres de la Revolución de Mayo vieron en la matemática la llave para el desarrollo” .OEI

Comentario de Carlos A.- Trevisi: Si bien el tema está centrado en la Argentina, cabría interesarse por la escasa importancia que se le da en el ámbito educativo más allá de contenidos que aparecen como "para apender a pensar" antes que a la necesiad imperiosa que hoy día se impone en varios otros sentidos
 

Las matemáticas están visibles o no, pero presentes, en múltiples actividades de los quehaceres cotidianos. Sin embargo, su trascendencia no alcanza, ni por lejos, el terreno de lo popular. Y eso, pese a que sus aportes empujaron y sostuvieron el crecimiento de una nación nueva, doscientos años atrás. Si prevalece su soporte desde entonces, ¿qué sucede que no alcanza la dimensión ni el reconocimiento que los años y sus contribuciones le atribuyen?

Agencia CyTA – Instituto Leloir / UNNE. Por Laura Orgoñ A días de celebrarse el Bicentenario de la Patria, y al mismo tiempo, los doscientos años de la fecha en la que los revolucionarios de Mayo decidieron dar un fuerte impulso a la formación de esta ciencia, vale cuestionarse: Si aquellos visionarios encontraron en las matemáticas una llave para el desarrollo de la Nación, ¿por qué el suceso no figura siquiera en los manuales de historia, o por qué su trascendencia no se transmite en las aulas, más allá de simples resoluciones aritméticas?
Sobre esto, y a lo largo de una entrevista extensa y profunda, un especialista en historia de la ciencia y doctor en Matemática, da cátedra en la materia, revelando en primer lugar un dato conocido sólo por unos pocos: la importancia que se le dio a la ciencia de los cálculos y las mediciones en la época de la Revolución, entendida ésta como un factor para el desarrollo militar, comercial y productivo.
Se trata del doctor Rubén Cerutti, docente de la Facultad de Ciencias Exactas, Naturales y Agrimensura de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Doctor en Matemáticas y diplomado en Historia de la Ciencias, en la Universidad de Zaragoza, España, el especialista relata la trascendental relevancia de la matemática en los principios fundacionales de la Nación, sus primeros pasos dentro de la formación superior y el protagonismo que, pese a ello, le negaron a lo largo de la historia.
-¿Qué registros existen en el país de los inicios de la enseñanza de la matemática a nivel superior?
De acuerdo con investigaciones que realicé, una de las primeras resoluciones que dictó la Primera Junta de Gobierno, en 1810, fue la creación de una Academia Militar de Matemáticas. Iniciativa que se concretó sin demoras, el 12 de septiembre de aquel mismo e histórico año. Eso nos indica la importancia que los hombres de aquella época le dieron a esta ciencia como elemento esencial para el desarrollo del país que estaba por nacer. 
-¿Por qué se desconoce ese dato?
Sinceramente, es algo que me llama la atención ya que ni en los manuales de historia argentina para la enseñanza secundaria hacen referencia a la importancia que los primeros gobiernos patrios y aún los últimos de la época colonial le dieron a la enseñanza de la matemática. Sólo algunos pocos investigadores destacamos esta parte de la historia.
Es que generalmente se hace historia política y no general pese a que hay discursos de la misma época en los que algunos ya hablaban de la importancia de la química, y del desarrollo que debía tener la física.
Hablar de la Revolución de Mayo es, además de historiar los hechos políticos, historiar las relaciones de los prohombres de aquella época con las ideas científicas. No podemos decir que en el Virreinato del Río de la Plata existiera ciencia entendida como generación de nuevos conocimiento. Sin embargo existía una inquietud muy grande, un espíritu científico que era reflejo de las concepciones que habían surgido en España, fruto de la Ilustración.
Sin lugar a dudas la matemática fue una protagonista en los inicios de la historia de nuestra patria, estaba llamada a proveer los elementos para el mejoramiento de las condiciones de vida de la sociedad y sería la base del aprendizaje que debieran tener los militares para la defensa del país.
¿Quienes trajeron esas concepciones relacionadas a la importancia de la Matemática para el desarrollo?
En la Argentina son dos los hombres que debemos recalcar como personalidades que fueron promotores de la enseñanza de la matemática: Manuel Belgrano y el Dean Gregorio Funes. Ambos estudiaron en Europa y se formaron en el espíritu del Iluminismo que valorizaba a la ciencia como promotora del desarrollo de la sociedad. En algunos discursos de la época se pueden leer frases tan maravillosas como “Las matemáticas tienen además la ventaja de rectificar la razón, enseñan a discurrir y aún cuando no tuvieran otra, éstas solas bastaban para hacerlas recomendables” que aparece en el periódico, Los Amigos de la Patria, de 1816.
Belgrano, por su parte, justamente en la inauguración de la Academia, expresó que  “la matemática es considerada como la llave maestra de todas las ciencias y artes, imprescindible  para llegar a adquirir los medios que facilitarían el comercio, la agricultura, la  ganadería y la navegación en estas tierras”. En definitiva, la pensaban, principalmente Belgrano, como un medio que permitiría el progreso por esos días, pensamiento propio de la ilustración.
-Antes de la Fundación de esta Academia, ¿se enseñaba la materia?
Así es. En 1799, se inauguró en Buenos Aires la Escuela de Náutica, con un muy buen nivel para la época dado que un hombre muy formado en la materia, Pedro Cerviño, fue quien organizó el plan de estudio, secundado por Juan Alsina, un piloto. Tiene altibajos y posteriormente es clausurada. También 1808 surge la primera cátedra de matemática en la Universidad de Córdoba, creada por el Dean Funes quien la mantiene personalmente, pero sólo hay registros de exámenes hasta 1810, y dos años después se la suprime.
En tanto, en 1810, a menos de tres mes de producida la Revolución, la Primera Junta autorizó,  en agosto de 1810, la creación de una Escuela o Academia Militar de Matemática que se inaugura el 12 de septiembre de ese mismo año, destinada a formar a futuros militares.
En ese entonces, la importancia que le dan a la matemática, además de formadora de la mente, era de tipo instrumental ya que se la considerada un instrumento básico para las otras ciencias, tal como sucede hoy en día. Querían formar militares aptos para la defensa del país, y para ello, los conocimientos matemáticos permitirían trazar líneas de defensa, construir fortalezas, calcular trayectoria de proyectiles, entre muchas cosas más.
-Entonces, en medio de ese clima agitado, ¿Es esta una de la cuestiones más urgente sobre las que se trabaja?
Los archivos dan cuenta de ello. Los estudios de matemáticas son los primeros que se reorganizan por el gobierno de la Primera Junta debido a la insistencia de Belgrano, hombre preclaro porque veía con muchos años de anticipación lo que era importante para la nueva nación, liberada de la España ya invadida. Ven en ella la llave maestra del progreso.
Tienen conceptos muy claro, y sobre esto hay una frase muy famosa que se dice en el discurso de inauguración de la Academia: “El joven que se dedique a la carrera de las armas hallará todos los auxilios que puede suministrar la ciencia matemática al arte mortífero, bien que necesario de la guerra”, pronunciado por Manuel Belgrano el 12 de septiembre de 1810.
 Es ésta la primera ocasión que se enseña en Argentina Matemáticas a nivel superior, sería como los primeros años de formación en una Universidad.
-¿Se conserva aún hoy esa concepción de la matemática como llave para el desarrollo?
Debería conservarse pero me arriesgo a decir que la clase dirigente no tiene la concepción de la importancia de los estudios matemáticos. Me sorprendió gratamente la creación del Ministerio de Ciencia, más allá de eso, no creo que se tenga una idea clara de la importancia de la ciencia para el desarrollo.
Para la ciencia, uno de los poderes más grande que tiene la matemática, y que ya lo veían los hombres de la época de la Revolución de Mayo, es el de “modelizar” la realidad. Primero verla, estudiarla y modelizarla, tras ello, se podrá predecir los comportamientos que pueda llegar a tener un fenómeno.

En la Argentina hay muy buena matemática, de punta en el mundo. Lo que ocurre es que son temas tan abstractos que nos cuesta llegar al común de la gente. Abstractos, pero a la vez cotidianos porque la matemática está en múltiples cuestiones diarias como los son la medición del tiempo, del espacio, de  la fuerza, en el número de gotas de un medicamento, en la seguridad de transacciones bancarias, en el tráfico, y en mucho más.

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