domingo, 29 de julio de 2012

CAMBIAR LA CULTURA DEL APRENDIZAJE

                                                    
GUADARRAMA EN MARCHA
Asociación cultural
Técnicas de estudio

Carlos Ulloa.
San Lorenzo de El escorial
Madrid.
                     
En las últimas décadas de este siglo que termina hemos podido comprobar cómo el progreso de Ia ciencia y Ia tecnología, y del saber humano en general, han sido tan espectaculares, que el número de conocimientos de las distintas espe-cialidades se ha ampliado considerablemente. Esta nueva situación ha dado lugar a nuevas formas de acceso al saber, en las que los distintos modelos educativos no pueden estar al margen de estas transformaciones.
Nuestra inteligencia se vuelca sobre esta realidad cambiante, que intentará analizar,comprender, modificar y domesticar, para dar sentido e iluminar, paso a paso, Ia propia existencia humana.
Abrir un libro y ponerse a estudiar equivale, para unos, a abrir una ventana con Ia que contemplar el mundo.  Para otros, en camblo,  supone enfrentarse con el hecho de taladrar una dura roca.  En esta época que nos ha tocado vivir, el estudio es el proceso imprescindible de acceso y de adaptación a nuestro medio cultural.
Disparar flechas con un arco, tener una gran movflidad en terrenos abruptos y escarpados, ser capaz de detectar las huellas de un enemigo o de un animal de caza, llevar de forma adecuada el ritmo de una danza, etc., son habilidades que los individuos de una   tribu atribuyen a Ia inteligencia, y que deben ser dominadas por los miembros de su propia cultura. Comprender un texto, memorizarlo, resumirlo, relacionarlo con otros conocimientos,  aplicarlo... son habilidades que la sociedad actual valora y reclama. Al menos, necesita y exige que sus miembros más jóvenes lleguen a dominar Ia lectura y el estudio de los textos, para poder alcanzar el conocimiento amplio y a Ia vez especializado que nuestro complejo y tecnológico mundo necesita.

Los buenos aprendices
      son más eficientes porque
         tienen mayor autonomía
             sobre las tareas que realizan.

En nuestra cultura consideramos inteligentes a los niños y jóvenes quo obtienen buenas notas académicas. Podemos decir de ellos que tienen inteligencia para estudiar o que utilizan estrategias eficaces para el estudio. Las causas del éxito o fracaso escolar de un alumno las atribuimos a razones tales coma Ia de ser o no trabajador, gustarle o no el estudlo, ser a no inteligente y saber o no estudiar. Y este diagnóstico apunta a los aspectos psicológicos importantes: exigencia y autoesfuerzo, motivación, capacidad y, sobre todo, hábitos y estrategias de estudio.
Saber estudiar es uno de los objetivos que con más insistencia se repiten hoy en dia.

           Saber estudiar es
                el tipo de inteligencia que
                      más se requiere en nuestro mundo.

Aunque es verdad que el éxito escolar no presupone siempre el éxito profesional, ni mucho menos el triunfo en Ia vida, es uno de los logros más significativos y de mejor pronóstico para un alumno.
Aprender a estudiar no es distinto de aprender a pensar, ni tampoco es diferente de aprender a aprender. Supone apropiarse do una serie de hábitos y estratégias que nos permitirán tener un mayor autocontrol sobre el propio aprendizaje.

¿Qué ha ocurrido con las técnicas de estudio?

Tradicionalmente, se han considerado las técnicas de estudio como habilidados que respondian a un enfoque superficial y memorístico del aprendizaje. En esta lfnea se impartían cursos con contenidos extracurriculares encaminados al entrenamiento de Ia memoria con vistas a situaciones de exámenes. En este sentido, se han publicado un buen número de libros que, salvo excepciones, se expresan en parecidos téminos y tienen pocas variaciones de unos a otros. Esta bibliografía -estos manuales de auto ayuda, en algunos casos-, dedicada a mejorar nuestra manera de estudiar y, por lo  tanto, las calificaciones académicas, fue considerada Ia panacea que, una vez suministrada, casi siempre de forma externa al contexto de aprendizaje del aula, acabaria con gran parte de los problemas y difícultades académicas.
Saber estudiar es el tipo de inteligencia que más se requiere en nuestro mundo Pero con el paso del tiempo hemos tenido que reconocer cierta inoperancia de las técnicas propuestas o quizas, mejor dicho, de Ia   forma y del procedimiento utilizado para enseñar dichas técnicas y habilidades a los alumnos. La difícil asunción por parte de estos y Ia escasa utilización que se hacía de las mismas cuando tenían que ser aplicadas en clase, o en el estudio en casa, llevó a cierta  decepción acerca de la viabilidad de este enfoque, que consideraba las técnicas de estudio como una materia más que podia enseñarse aparte y de forma dife-renciada. Frente a este punto de vista surge Ia alternativa de que las técnicas de estudio, al igual que las estrategias de aprendizaje en general, están integradas en las dislintas áreas del curriculo y que sean los profesores de  cada una de ellas quienes se encarguen de  enseñar aquellas técnicas específicas de la misma.
Los  legisladores en  matena educativa siempre han tenido en cuenta estos aspectos, aunque de diferente forma. En 1970, Ia Ley General de Educacion fijaba tres objetivos prioritarios para los estudios de Curso de Orientacion Universitaria (COU) que en aquel momento se iba a poner en marcha: Ia profundización en las materias del Bachillerato, la orientacion escolar y profesional y el desarrollo de las técnicas de  estudio adecuadas para el ingreso en la universidad.
Al referirse a Ia extinguida Educación General Básica, la LGE prescribe que "Ia formación se orientará  a la adquisición, desarrollo y utilización funcional de los hábitos y de las técnicas instrumentales de aprendizaje". Mas recientemente, La Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE, 1990), en  su articulo primero, destaca como uno de los fines previstos en dicha ley “la adquisición de hábitos intelectuales y técnicas de trabajo...", y en su artículo vigésimo afirma que “Ia metodología didáctica en Ia Educacidn Secundaria Obligataria se adaptará a las características de cada   alumno,  favarecerá Ia  capacidad para  aprender por sí mismo y para trabajar en  equipo..”.
Por Ia tanto, desde un punta de vista legal, aprender a aprender implica dotar al alumno de ”herramientas”, con el fin de que pueda desarrollar su potenctial de aprendizaje. Es decir, las técnicas de estudio deben ser una ayuda efectiva para el aprendizaje de cada dia, para Ia que el profesor no necesita encontrar un tiempo especial aparte ni un lugar diferente para desarrollarlas.
Por ello, las técnicas de estudio se enseñan en situaciones de trabajo habitual del alumno: Ia clase ordinaria; las estudios dirigidos; los espacios de tutoria colectiva e individual, en las que pueden existir puestas en común fruto de Ia reflexión de las prapios estudiantes; las clases de recuperación y de apoyo, que se prestan de forma muy adecuada para que puedan ser reforzadas aquellas técnicas y estrategias que no han alcanzado un desarroIlo suficiente en un alumno, etc.

Una mirada sobre la realidad

Los profesores suelen manifestar lagunas en Io relacionado con las técnicas de estudio que, según ellos, tienen sus alumnos. Entre ellas destacan las siguientes:

-  Dificultad para establecer nexos y vínculos entre Io estudiado.
-  Excesiva memorización.
-  Ausencia de implicaciones y aplicaciones de Io estudiado a la vida cotidiana
-  Carencia del dominio de las técnicas instrumentales: lectura , escritura y cálculo.
-  Frecuente improvisación y falta de planificación.

En cuanto a Ia apinión de las alumnos sobre su propio desempeño frente al estudio, puede servir coma muestra el resultado de un sondeo realizado entre alumnos de COU, en el que se destaca:

-   Que el 53 % dice tener problemas de distracción o que no se concentra adecuadamente.
-   Un 44% opina que les falta constancia para estudiar.                                                                                          
-   El 3ó % manifiesta mala planificación del tiempo.
-   El 25 % echa en talta un método de estudio eficaz.
-   El 24 % tiene dificultades para hacer esquemas o resúmenes.

A Ia relevancia de estos datos pueden añadirse las conclusiones a las que han Ilegado otros autores, al relacionar rendimiento académico y técnicas de trabajo intelectual. Para éstos, las correlaciones entre método de estudio y rendimiento, en general, son mayores que las que se dan entre inteligencia y rendimiento.
Es decir, que los alumnos mejor calificados obtienen más altas puntuaciones en aspectos como actitud hacia el estudio, motivación y planificación del trabajo.

Lo esencial del trabajo intelectual

  La fórmula tradicional de enseñar a estudiar recurría a métodos que se representaban mediante iniciales. Cada método de estudio es un conjunto de reco- mendaciones que se especifican en estrategias concretas. Ejemplos de ello  son:

-         S.O.3R.o (ROBINSON, 1961), cuyos cinco pasos son:

1 . hojear, vistazo general inicial
2.  hacerse preguntas sobro lo leido;      
3.  leer y buscar las respuostas en el  texto;
4.    decir con las propias palabras las ideas que expresa el texto;
5.    repasar  el tema en su totalidad

“L.2S.E.R.” (ILLUEGA, 1966): propone estos pasos:

    1.   Lectura superficial.
    2.   Lectura profunda.
3.    Subrayado
4.    Esquema
5.    Repaso.

En cualquiera de las áreas y materias, los alumnos necesitarán utilizar un repertorlo de técnicas y estrategias generales y específicas que, como se ha comentado, deben enseñarse en clase porgue son procedimientos imprescindibles de su trabajo. Y su aprendizaje  necesita de Ia práctica frecuente, que puede y debe ser evaluada, al igual que otros contenidos conceptuales y actitudinales.
Cada etapa educativa (Primario, Secundario, Bachillerato, FP o Universidad) plantea unas exigencias de trabajo intelectual diferentes, que tienen relación con el desarrollo intelectual de los alumnos y con los contenidos abordados. No obstante, podemos señalar una serie de herramientas imprescindibles, cuyo conocimiento y utilización adecuados son necesarios cuando se estudia. De forma resumida serian las siguientes:

           Las técnicas de estudio
                  se enseñan en situaciones
                         de trabajo habitual del alumno

-  Conseguir crear un ambiente de estudio  propio adecuado.
-  Ser capaces de planificar y organizar el  tiempo individual dedicado al estudio,
   con actividades de repaso diarias de lo realizado en clase.
-  Desarrollar un nivel óptimo de lectura  mecánica y comprensiva.
-  Desarrollor un nivel adecuado de expresión oral y escrita.
-  Desarrollar el cálculo y Ia capacidad para  resolver problemas.
-  Manejar técnicas de análisis (subrayados).
-  Manejar técnicas de síntesis (esquemas, resúmenes, mapas conceptuales).
-  Tomar adecuadamente apuntes en clase.
-  Preparar y elaborar trabajos monográficos.
-  Preparación de exámenes, etc.

La eficacia del aprendizaje aumenta cuando parte de este conjunto de procedimientos se Ilegan a automatizar. La tarea de los profesores consiste en enseñar estas técnicas y estrategias hasta conseguir que los alumnos Ileven a Ia práctica automáticamente los aspectos más rutinarios en cada tarea (por ejemplo, Ia lectura mecánica), para que pueden dedicar mayor atención a entender el sentido y las metas de cada actividad.
Los buenos aprendices son más eficientes, entre otras cosas, porque supervisan o reguIan mejor su manera de estudiar, porque tienen una mayor autonomía o control estratégico sobre las tareas que realizan. Y que nuestros alumnos tengan autoeficacia o sensación de control en su trabajo es un requisito fundamental para ejercer un esfuerzo constante en el aprendizaje.
Es necesarlo que chicos y chicas se enfrenten poco a poco a tareas más abiertas, que requieran une reflexión y toma de decisiones, por su parte, para que vayan asumiendo este control en Ia utilización de las técnicas y estrategias más adecuadas.

...es decisiva la responsabilidad de los profesores
                     como “mediadores” o “transmisores”
                                         de estos modelos implícitos

Se trata pués, no tanto de enseñar mecánicamente técnicas de estudio cuanto de conseguir un objetivo más amplio: cambiar Ia cultura del aprendizaje, que debe ir más dirigida a construir reflexivamente el conocimiento que a asociar o reproducir conocimientos ya elaborados. 
Estamos hablando de la necesidad de asumir un “enfoque profundo” de la idea de enseñanza y aprendizaje. Y para el logro de este objetivo es decisiva la responsabilidad de los profesores como “mediadores” o “transmisores”de estos modelos implícitos , que constituyen una interiorización de esa cultura del aprendizaje

Véanse las características relevantes de ambos enfoques:

-         Características del "enfoque profundo”:

    * lntención de comprender.
    * Fuerte interacción con los contenidos.
    * Relación de nuevas ideas con el conocimiento anterior.
    * Relación de conceptos con Ia experiencia cotidiana.
    * Relación de datos con conclusiones.
    * Examen de la lógica del argumento

-    Características del “enfoque superficial”:

    * Intención de cumplir los requisitos de Ia tarea.
    * Memorizar la información necesaria  para pruebas o exámenes.
    * Encarar Ia tarea como una imposición externa.
    * Ausencia de reflexión acerca de propósitos o estrategias.
    * Focalizar Ia atención en elementos sueltos, sin integración.
    * No distingue principios a partir de ejemplos.

Esta  búsqueda  progresiva de  que  el alumno tome conciencia de sus aprendizajes se facilita cuando las actividades tienen, entre otras, las siguientes condiciones:

           1. Concebir las tareas de aprendizaje como problemas en los que se parte de tareas más cerradas (con más control del profesor) hacia tareas más abiertas (con más control del alumno), que requieran de éstos cada vez más reflexión sobre Ia forma más adecuada de abordarlas.
          2. Fomentar y entrenar de forma progresiva la planificación, regulación y evaluación de los propios aprendizajes por parte de los aprendices, bajo Ia supervisión cada  vez más distante del profesor. Incluída Ia utilización de las técnicas de estudlo.
          3. Diversificar y variar las tareas de aprendizaje, de forma que fomenten en los alumnos un enfoque más estratégico en vez de una aplicación rutinaria y auto-mática   de las técnicas habituales, etc.


Un apunte final

No era nuestra pretensión, en este artículo, elaborar un listado de técnicas de estudlo para su aplicación urgente. Existe una amplia bibliografia al respecto. Tan sólo pretendíamos aportar algunas ideas que pudieran servir de acicate, entre padres y profesores de  nuestros colegios, con el fin de lograr entre  todos Ia educación que queremos para nuestros hijos.


Apuntes bibliográficos

BLANOUET, J., Técnicas de Estudlo: técnicas y recursos básicos para estudiar. Castellnou (Colección El Minimanual. Barcelona 1995)
Pequeño y conciso manual que describe didácticamente las técnicas de estudio       básicas y otros aspectos relacionados: ambiente de estudio, organización del  tiempo, Ia autoestima, Ia lectura, Ia comprensión lectora, esquema, subrayado, resumen, etc. Aconsejado para alumnos de Secundaria y para aquellos padres que puedan y deseen ayudar a sus hijos en el estudio en casa.

FERNANDEZ, G., y GARCIA, M. A., Las técnicas de estudio en Ia Educación Secundaria.  Materiales teórico-practicos, EscueIa Española, Madrid 1995.
Aborda las técnicas de estudio de una  manera mas pormenorizada. De especial utilidad cuando se desea implementar un  programa especifico en el colegio.

CUENCA ESTERAN, F, Las Técnicas de Estudio en Ia Educación Primaria, Escuela Española, Madrid 1994.
De las mismas características del anterior, en E. Primaria.

HERNANDEZ, F, y GARCIA, L. A., Psicología y enseñanza del Estudlo. Teorias y técnicas   para potenciar las habilidades intelectuales, Pirámide, Madrid 1991.
Todo un clásico en esta área, analiza desde una perspectiva técnica e inves-tigadora Ia actividad intelectual del estudio. Un referente para profundizar en el te-ma desde una óptica científica.

TORRE PUENTE, J. C., Aprender a pensar y pensar para aprender, MEC/ Narcea, Madrid 1994.
El autor de este libro, que esta dividido  en una primera parte teórica y otra prác-tica, parte de Ia crítica a Ia forma tradicional de entender la conducta del estudio para proponer Ia idea del aprendizaje autorregulado. Muy interesante para aplicar en el aula.

POZO MUNICIO, J. I., AprendIces y Maestros, Alianza Editorial, Madrid 1996.
Es una exposición clara, amena y erudita  sobre el encuadre teórico, los procesos,
los resultados y las  condiciones del aprendizaje. Hace una reflexión acerca de
las condiciones, resultados y los procesos de una asimilación de conocimientos
eficaz desde Ia perspectiva de Ia psicología cognitiva.

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